1026
Penetrado por el color incandescente de la madrugada
aún veo tu pelo recogido en el relámpago entre el miedo y la sal
El tráfico inunda los días con un ruido parecido a la luz
1184
Te escapas con nombre impreciso de la verdad del sueño
y sobrevives en los gestos que tratan de imitar un reflejo ante la sombra del silencio
A veces te llama el llanto en el lugar del calor entre los cuerpos
llenos aún de memoria como el aire exhalado con ciertas palabras rotas
y alumbro algún gesto en algún rostro rozado por las alas del polen cuando la noche es ligera
No distingo la ceniza del polvo sobre la tierra
porque es irrelevante en la desnudez enloquecida donde te encuentro
esta imperfección esférica de mi vida en espera
1111
Bajo el largo tiempo de las paredes
vuela un nombre en desuso que se extingue en la belleza
Aún permanece la sal olvidada en los surcos
para honrar la danza de las cornisas mientras se aleja la voz
son huellas invisibles como los días corrientes
pero hay fruta que se descompone en el suelo
Es obligatorio el mar ante las dudas e imposible evitar la espuma
1186
Vi aguas enloquecidas en la espera
y la belleza de su llanto mansa en los escaparates
Vi el vuelo fallido de los pájaros
con tanta verdad en la tangencia que el roce fue herida
Ah los besos confundidos con palabras
Cuánta ficción rota en la corriente
1221
Con el pulso atado a los estambres florecidos en invierno
emigran los fragmentos a la ebriedad de los párpados
para fingir mañanas de sol en la hendidura
Sobre los giros del aire entre los labios cae el granizo
pero hoy mis manos gritan en las líneas que atraviesan tu mirada
No tiemblo ante las cifras
1280
Comienza a gemir el vuelo transparente de la humedad
su geometría celeste describe los significados y amanece en mí como sangre luminosa
Así las bestias bajan la cabeza ante las sábanas cuyos pliegues abandonan la cornisa
en su lugar otros nombres aún sin rostro acuden a la música para ungir la herida
Me reduzco a la ingravidez del ojo que atraviesa fronteras
Ciertamente el aroma antiguo de la ceguera es la secuencia de las lunas en mi espina dorsal
1067
Ha llegado el tiempo del desconocimiento
una grieta que no es edad sino sombra bajo los restos
La humedad solo existe en el silencio de la cúpula nocturna
como hábito de luz para las desapariciones
en sí un destello oscuro y fragmentado cercano al deseo
El desconocimiento templa los hogares
alivia el desborde
también aparta la sal a los arcenes
donde el caminante prosigue con la imprecisión de los nombres
La espera imperfecta
1026
Penetrado por el color incandescente de la madrugada
aún veo tu pelo recogido en el relámpago entre el miedo y la sal
El tráfico inunda los días con un ruido parecido a la luz
1184
Te escapas con nombre impreciso de la verdad del sueño
y sobrevives en los gestos que tratan de imitar un reflejo ante la sombra del silencio
A veces te llama el llanto en el lugar del calor entre los cuerpos
llenos aún de memoria como el aire exhalado con ciertas palabras rotas
y alumbro algún gesto en algún rostro rozado por las alas del polen cuando la noche es ligera
No distingo la ceniza del polvo sobre la tierra
porque es irrelevante en la desnudez enloquecida donde te encuentro
esta imperfección esférica de mi vida en espera
1111
Bajo el largo tiempo de las paredes
vuela un nombre en desuso que se extingue en la belleza
Aún permanece la sal olvidada en los surcos
para honrar la danza de las cornisas mientras se aleja la voz
son huellas invisibles como los días corrientes
pero hay fruta que se descompone en el suelo
Es obligatorio el mar ante las dudas e imposible evitar la espuma
1186
Vi aguas enloquecidas en la espera
y la belleza de su llanto mansa en los escaparates
Vi el vuelo fallido de los pájaros
con tanta verdad en la tangencia que el roce fue herida
Ah los besos confundidos con palabras
Cuánta ficción rota en la corriente
1121
Con el pulso atado a los estambres florecidos en invierno
emigran los fragmentos a la ebriedad de los párpados
para fingir mañanas de sol en la hendidura
Sobre los giros del aire entre los labios cae el granizo
pero hoy mis manos gritan en las líneas que atraviesan tu mirada
No tiemblo ante las cifras
1180
Comienza a gemir el vuelo transparente de la humedad
su geometría celeste describe los significados y amanece en mí como sangre luminosa
Así las bestias bajan la cabeza ante las sábanas cuyos pliegues abandonan la cornisa
en su lugar otros nombres aún sin rostro acuden a la música para ungir la herida
Me reduzco a la ingravidez del ojo que atraviesa fronteras
Ciertamente el aroma antiguo de la ceguera es la secuencia de las lunas en mi espina dorsal
1067
Ha llegado el tiempo del desconocimiento
una grieta que no es edad sino sombra bajo los restos
La humedad solo existe en el silencio de la cúpula nocturna
como hábito de luz para las desapariciones
en sí un destello oscuro y fragmentado cercano al deseo
El desconocimiento templa los hogares
alivia el desborde
también aparta la sal a los arcenes
donde el caminante prosigue con la imprecisión de los nombres